Tiene un día de esos que no le
apetece hablar con nadie, se pelea con el orden de las cosas, con los pelos de
la barba, con los desencantos y la alienación, con las motas de polvo, las
goteras y la tristeza de los rinocerontes. Se mastica a si mismo dando bocados
a una hamburguesa, coge un sorbo del refresco que tiene al lado, y lo sabes, no
lo hagas, no le hagas caso a ese cartel que lleva colgado el vagabundo que se
arrastra como un alma en pena por su ombligo, por las aceras, por los escupitajos
de los demás (y los propios) dice algo así: "Eres victima de que cuando
fueses pequeño te lo diesen todo hecho". Escrito con rotulador negro, como
si lo hubiese firmado la novia que te abandonó, tus padres, o algún amigo
amparado en decir las verdades bajo el estandarte: PORQUE TE QUIERO.
Putas transformadas en espantapájaros,
la felicidad cuellos inclinados preparados a que les muerdan y les chupen la
sangre, campos de amapolas incinerados, tambores de guerra en tu cabeza y las
persianas bajadas. Incluso en un jarrón que lo dejaron abandonado porque le
robaron las flores debe de haber algo de luz en ese agua mugrienta y estancada.
Saludos y gracias
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