¿Cómo abrazas a un ángel?
Tenía que haberme fijado en las señales. Todo nació de una misma pregunta, la
maldita pregunta de siempre: No sé si lo que voy hacer está bien o está mal.
Ese presente y futuro condensado en una masa preparada para echarle un chorro
de algún liquido y pasarle la batidora por encima. Luego ante las dudas
beberlo, sin saber qué hacer con el poso.
Así se formó el pasado, posos
acumulados en nuestras cañerías interiores, y los dolores de estómagos, y las
hijo de puta de las hernias, y el vomitar algunas borracheras, y los medios
escénicos, y que en las putas noticias saquen las mismas malas noticias.
Otro contexto, otro
envoltorio, el sabor amargo de qué sentido le damos al paso del tiempo y las
cosas, los sucesos, los excrementos.
¿Cómo abrazas a un ángel?
Saludos y gracias.
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