CAÍDA


Y miro boca abajo, o mejor dicho voy inevitablemente hacia abajo, rodando como una pelota gigante y en una rampa lisa, con un suelo deslizante de primera. Vamos que no hay ninguna fuerza de rozamiento que frene, ni ninguna suciedad que impida esta colosal caída.


Y yo me pregunto............ ¿Qué metalingüística me ha llevado a ello? ¿Qué error esta vez en el lenguaje humano desacredito como valido mi paracaídas y me dejo en pelotas en pleno descenso? Quizás cuando afirme que el amor sino es libre no es amor, y fue cuando me dijeron no confundas libertinaje con libertad. ¿Acaso es fácil separar dicha línea? No esta ya lo suficiente pisada, emborronada como para que se acepte la equivocación como un error más del ser humano, un error más en nuestro aprendizaje hacía un no sé que. Aun no se resolvieron las principales preguntas existenciales, que melodrama en el mundo de los pensantes. Así andan curando su melancolía, con tristes poemas o artículos promiscuos de un mundo decadente, y yo insisto que manía de mandar este mundo a la mierda sin un mañana esperanzador. ¿Acaso no son sus propios miedos a irse ellos mismos a la mierda y perder todo lo que tienen lo que les provoca ser tan fatalistas y apocalípticos?. ¿Qué desayunaran? No quiero saberlo. Vaya ser que lo pruebe y me contagie de su pesimismo atroz. Con que lo tengan ellos ya es más que suficiente.


Y miro la caída que me espera. y que vértigo a lo conocido desde otra perspectiva. Pensando toda mi vida que el mundo estaba debajo de mis pies y resulta que era cierto, pero que soy yo el que ahora va estar boca abajo, y el mundo encima, pisándome los talones todos los días. Y yo así desde esa extraña perspectiva que será ver el mundo desde abajo hacía arriba, y con eso de que tendré toda la sangre en el cerebro no sé si me sentiré muy cómodo. Pobre de mi riego sanguíneo, ¿Acaso no es injusto él que no dijo nada, que no participo en aquello que yo si lo hice y lo perdí todo se vea tan incómodamente afectado? Me informan que son daños colaterales, ya sabía yo que alguna explicación tenía.


La caída comienza, sosegada, todo ritmo tiene su clímax, y a mí aun me queda por alcanzarlo. Hasta parece deliciosamente delirante sentir que disfrutas con tú adiós al todo y buenos días a la nada de la incertidumbre de lo que será pero aun no ha llegado. Es por momentos opaca, cuando se me cierran los ojos y nubarrones oscuros pasean como recuerdos desagradables por delante de mí ofuscando el placer de la caída. Hasta que se alcanza el clímax y la adrenalina empieza a burbujear y a desatar toda su furia, y te dices allá vamos. ahora si que ya no hay vuelta atrás.............que me quiten lo bailado y a lo hecho pecho.


Al final el encontronazo con un suelo frió y pegajoso, de una sustancia pastosa y mal oliente, el color es cambiante, no acaba de definirse entre varias gamas verdosas e inclusos por momentos azuladas y más allá de mi distancia se perciben grises y oscuras. Un ruido ensordecedor retumba en mi cerebro, que será, de donde provendrá. Creo que finalmente comienzo a entenderlo todo, es de arriba. Allí donde se percibe el delirio del mundo que antes tenía debajo de mis pies. Parece que al final no ha sido para tanto, ya lo descubriremos poco a poco. Esperar, esperar, lo veis, veis como yo ese túnel a lo lejos en la otra dirección. ¡Que idiota que vais a ver si no estáis aquí abajo conmigo! Estoy solo yo, y esta sustancia pegajosa que cada vez resulta menos repulsiva, y si se me permite cada vez más amiga. Ante la soledad ya se sabe, incluso hasta el peor miedo se acaba convirtiendo muchas veces en tu mejor amigo. ¿Será ese túnel el atajo a la libertad que tanto he buscado y ansiado estos últimos años?




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