TRÍO



Enredados como tres ramas que pertenecen a una misma raíz, dos cuerpos casi iguales, idénticos, y uno diferente. Olores que se mezclan, que se duplican en intensidad según se aceleran al ritmo de las sensaciones. Diferentes posturas, juegos de manos, y aprendices de algo novedoso, seis piernas, cuatro tetas, una polla, dos vaginas. Placeres desvirgados, y orgasmos múltiples, y la noche que se traslada a la mañana y esta continua hasta que se hace tan tarde que es necesario pedir la comida por teléfono y descansar y relevarse, y fotografiarse, y grabarse, para que existan evidencias de lo hecho. Pues no todos los días se desvela el misterio de la Santa Trinidad. Mientras los cuerpos desnudos cada vez se compaginan mejor, y cada vez queda menos por descubrir pero a la vez surgen más novedades. Las palabras son las justas, porque las mejores expresiones en este duelo hasta más allá del Alba del séptimo día son las miradas, las caricias, los gestos, los abrazos, las ganas de ti, y las ganas del otro, las ganas de dos, y las ganas de tres, e incluso las ganas de ver lo que experimenta uno solo con público y ovación. Striptease, música de fondo, suave, a ratos lenta, a ratos a ritmos más acompasados, a ratos agresiva y bulliciosa. Alcohol oculto entre Ron con Coca Cola, y Marihuana para activar ese sexto sentido que hace que el placer por instantes se vuelva eterno.

Tres cuerpos
tres dimensiones
el trío siempre valió más
que la doble pareja
y la pareja

Triplete de Ases
tres en raya
y tres bocas
que se enredan
sin trucos de magia

Dos más uno
y uno más dos
tres alfileres
que juntos tejen
nuevas formas de amar

Disyuntivas diferentes, mismos compromisos, el mismo juego pero con diferentes reglas, un final inevitable, un adiós que se busca pero que a la vez huye para no ser visto. Y quizás un hasta nunca, ha sido un placer pero esto es como las ciudades mejor visitarlas pero nunca vivir en ellas para que no pierdan su encanto. Zumo de naranja para tres, juegos de cartas y strip póquer, quien primero se quede sin ropa se dedica a descubrir nuevos placeres en los demás. De vez en cuando, partidas al Monopoly, al Parchis te como una y cuento las que tú me dejes. Sexo sin celos, amor sin enamorarse, y quizás nunca más nos volvamos a ver. Mejor dejar que el destino nos vuelva a encontrar y juntar. Berlín, Ontario, Madagascar y otros puntos cardinales por descubrir. Cada uno en un destino diferente, preferentemente sin conocer el de los demás. Se acerca el séptimo día y no hemos sido capaces de saber como decirnos adiós. Si hay algo que tienen en común es que odian las despedidas. Tres cuerpos que cuando están juntos están completos, tres cuerpos que cuando están separados son incompletos, tres formas de amar que encuentran un punto de estabilidad dentro del caos, creando así un efecto mariposa irreversible para las antipodas.

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