No es depresión, es escepticismo.
No son ganas de nada, simplemente no son ganas de ti.
No es el mal de la monotonía, es el cansancio de la lluvia de hoy, ayer y mañana también.
No es que me sienta un perdedor, es simplemente que se me olvido enrocarme.
No es que tenga miedo, es que últimamente cuando me veo en el espejo no me reconozco.
No es sueño o falta de él, es la necesidad de corregir la desilusión para transformarla en ilusión.
No es un gorrión, es alguien que huye entre palabras.
No es fantasear, es querer agarrarte de nuevo de la mano, y convidarte a pasear.
No es mentir, es revolver la verdad cuando hace tanto daño que no se puede soportar.
No es sentir o dejar de sentir, es cuestión de que perdí la fe en vos.
No es que no lo entienda, es que desconozco lo que me pasa.
No son dudas, son simplemente muchas preguntas sin respuestas.
No es el envoltorio lo importante, sino lo que se encuentra dentro.
No son lagrimas, es la tensión que se derrama.
No es precaución, es seguridad de que no volverá a pasar.
No es incredulidad, es que ya no me creo nada.
No es agonía, es la angustia de no saber aprovechar el tiempo.
No es que me repartieran malas cartas, es que no supe a que juego se jugaba.
No es falta de interés, es falta de motivación.
No es que no quiera estar contigo, es que no sé lo que quiero.
No es un adiós, es un hasta luego más un quizás en papel de celofán.
Nunca fue esto, ni nunca fue aquello. Sino todo lo contrario.
Lo que fue o dejo de ser hace mucho tiempo que lo olvide o quizás simplemente me mentí para creer que lo olvide. Improvisación.
Hora de levantarse: ¿Qué es esto? ¿Qué es aquello?
No son ganas de nada, simplemente no son ganas de ti.
No es el mal de la monotonía, es el cansancio de la lluvia de hoy, ayer y mañana también.
No es que me sienta un perdedor, es simplemente que se me olvido enrocarme.
No es que tenga miedo, es que últimamente cuando me veo en el espejo no me reconozco.
No es sueño o falta de él, es la necesidad de corregir la desilusión para transformarla en ilusión.
No es un gorrión, es alguien que huye entre palabras.
No es fantasear, es querer agarrarte de nuevo de la mano, y convidarte a pasear.
No es mentir, es revolver la verdad cuando hace tanto daño que no se puede soportar.
No es sentir o dejar de sentir, es cuestión de que perdí la fe en vos.
No es que no lo entienda, es que desconozco lo que me pasa.
No son dudas, son simplemente muchas preguntas sin respuestas.
No es el envoltorio lo importante, sino lo que se encuentra dentro.
No son lagrimas, es la tensión que se derrama.
No es precaución, es seguridad de que no volverá a pasar.
No es incredulidad, es que ya no me creo nada.
No es agonía, es la angustia de no saber aprovechar el tiempo.
No es que me repartieran malas cartas, es que no supe a que juego se jugaba.
No es falta de interés, es falta de motivación.
No es que no quiera estar contigo, es que no sé lo que quiero.
No es un adiós, es un hasta luego más un quizás en papel de celofán.
Nunca fue esto, ni nunca fue aquello. Sino todo lo contrario.
Lo que fue o dejo de ser hace mucho tiempo que lo olvide o quizás simplemente me mentí para creer que lo olvide. Improvisación.
Hora de levantarse: ¿Qué es esto? ¿Qué es aquello?
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