Y de repente sucede...
sin más, despiertas
y te das cuenta
percibes
hueles
sientes
acaricias
que no eres tú.
Allí están
la desdicha
la desidia
la derrota
vestidas de blanco,
listas para el matrimonio
lo que no saben
es que a última hora
has decidido no presentarte.
Se encalla como un barco
se queda obstruido
y por más que lo intentemos no sale
hasta que al final
lo dejas estar
y lo ignoras, lo ignoras...
y desaparece.
Es esa forma de ser
que no aguanto
y se me atraganta
cada vez que me
observo en el espejo
y me repito
ese no eras tú
ese no eras tú
y te buscas...
Al final del día
cuando la noche
envida en su punto más
álgido
descubres que todo ira bien
todo...
Y sabes que ese si eres tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario