ESCUCHANDO LA LEY INNATA: CODA FLAMENCA

Ya nos encontramos en el final, ya no nos quedan más movimientos. Tan solo esta coda para regalarnos un justo final. Un final que nos haga justicia a los dos.

Así que si me lo permites tú, el destino y la puta realidad. Voy a inventar a mi manera lo que está por venir y lo que pasará.

Agarraremos a la luna cuando no este llena y nos columpiaremos en ella, todas las noches que hagan falta, todo lo que nos permita su ciclo lunar. Será allí en el epicentro de la noche donde te arrancare de una vez por todas tus dudas, y tú decidirás que ya es hora de que deje esta sala de espera que me esta matando.

Porque será allí arriba donde descubramos que si queremos podemos pasar por encima de la realidad y de sus miedos a nuestro antojo, y bailar bajo nuestra condena particular que son los besos que nos damos ya sea cuando llueva hacia arriba, salga el sol o la noche se convierta en eterna.

Será en algún rincón del mundo, neutro, desconocido, donde juntos encontraremos nuestro lugar. Y haremos el amor todas las veces que nos plazca, y beberemos botellas enteras de vino, y nos fumaremos la mejor hierba que allá en la madre Gaia.

Si no me crees, y si crees que el vino esta vez se me ha subido demasiado a la cabeza, y el porro me esta dando vueltas. Deja de una vez por todas tus dudas, y acude a mi encuentro. Siéntate aquí, a mi lado, y escucha junto a mí esta coda, los anteriores movimientos y quizás así te des cuenta, que lo que ahora estoy inventando no está tan lejos de ser otra realidad, cierto. Pero una realidad posible.


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