ESCUCHANDO LA LEY INNATA: CUARTO MOVIMIENTO

¿Sabes? Este cuarto movimiento se llama la realidad, ese lugar del cual tantas veces a lo largo del día intento salir como sea. Trasladarme allí donde no haya burocracias, contratos laborales que te destrozan el alma, papeleos, leyes del talión y gigantes de hierro dispuestos a chafarte a la mina ocasión que tengan.

Entonces mientras escucho el cuarto movimiento imagino lo que sería ideal para mí, y quiero pensar que también para ti. Escapar juntos cogidos de la mano de eso que llaman realidad, de eso que es tan difícil escapar porque la ley de la gravedad nos lo impide.

Saltar a otro plano, a otro mundo junto a ti, y empezar de cero, igual que esa vez, allí delante de esa barra de bar, cuando no hacían falta ya más palabras, tan solo nos quedaba condenarnos con un beso, pero esa fue la mejor opción que pudimos escoger, para así romper peldaño a peldaño esta maldita realidad.

Pero resulta que una vez más lo que deseamos se hace añicos en el aire, y lo que imaginamos igual que el canuto que nos fumábamos de vez en cuando se consume poco a poco y tan solo acaban quedando cenizas.

Porque lo cierto es que aunque acomode la cama pensando en dos, en pares, es decir en ti y en mi. Porque ahora mismo, y quiero pensar que nunca habrá otra que pueda ocupar tu lugar. Sé que esta noche no vendrás, quizás mañana o pasado, pero no es seguro, tan solo ahora mismo es incertidumbre, deseo, ilusión.

Aunque compruebe si queda zumo de naranja para dos para mañana por la mañana, si hay suficiente mantequilla y suficiente pan para hacer tostadas para ambos, y compartir juntos como otras veces el desayuno. No tiene sentido que siga por ese camino.

Porque ahora yo estoy anclado en esta sala de espera, en esta pesadilla tan particular, bajo la incertidumbre de que puedas resolver tus dudas y no te jueguen una mala pasada.

Por eso escucho este cuarto movimiento, para intentar pegar una patada a la realidad y darle la vuelta a mi antojo, y no sé de que manera, porque por lo visto todavía no lo conseguí. Hacerte ver que si te dejas puedo convertirte en la mujer más feliz del planeta.


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