COSAS DEL SER Y ESTAR EN MI VECINDARIO


Últimamente está acojonado, porque está enganchado por la de la puerta 13, la cual si te acuerdas ya estaba enrollada con el de la puerta 11 A, que está hecho una papilla de tanto trabajar y que está un poco mal de sus cabales por imaginar que hay dos duendecillos que son más viejos que matusalén y corretean escaleras arriba y abajo después de que den las doce campanadas nocturnas.

Hasta el del quinto B que es un bocazas, que está a la que salta, cada vez que el del cuarto B, que es una rata de biblioteca se toma un descanso aporreando las baquetas sobre una batería que creó a base de viejos cacharros que saco de la basura, dicen, dicen las malas lenguas que si está hasta la coronilla es porque está colado por ese ruido que le despierta cuando está en la inopia, viendo como esos duros de mollera que aparecen por el televisor, trafican nuestros destinos como si fuésemos unos peleles.

Claro que no podemos olvidar a la del tercero A que está para hacerle un favor, invitarle a algo improvisándolo, porque ya se sabe, que en estos tiempos estamos sin blanca, sin una perra, quizás no sea una ganga, pero como antaño un brik de Don Simón y un poco de Coca Cola, no será para tirar cohetes, pero últimamente con tanto recorte cada vez somos más los que estamos con el culo al aire. Que quien no está en la calle, está en la cuerda floja, que todo esto me lo contó la del séptimo B que esa está en todo.

Aunque hay que tener cuidado porque no está el horno para bollos, que con la del sexto A que está en los huesos, más de uno está mosca con ella, porque acusan a su perro de mearse en el descansillo cada vez que se estropea el ascensor. A pesar de que el otro día, el del  octavo A, hizo una fiesta de bienvenida para todos los vecinos, y allí estábamos como pez en el agua, más de uno también estaba con la antena puesta, que no somos de piedra, pero eso sí, cuando queremos somos todos muy enrollados.

Bueno otro día te sigo contando, que en cinco minutos tenemos una reunión de finca, a ver si nos desahucian o no, por culpa de esos tipos del ayuntamiento que están como una regadera.

Saludos y gracias

2 comentarios:

  1. El frío modifica la trayectoria de los peces.
    (me ha venido el libro a la memoria, así, sin más)
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad que no conozco el libro, pero después de leer alguna reseña sobre él, tiene pinta de ser una lectura muy recomendable.

      Un abrazo

      Eliminar