Me dijiste que te encantan
todas las ciudades que tengan un trocito de mar, que el cielo verde haga sombra
en el agua cristalina, y que al acercarte ahí donde descansan las pequeñas
embarcaciones te envuelva ese olor a libertad que solo, solo se puede encontrar
allí. Los puestecitos del paseo, comprar algún cachivache, acariciar a los
perros que tienen mirada triste,
acercarse al borde de la orilla y mojarse hasta los tobillos, y que
cuando la luna se deja caer sobre el océano, y me señalas ahí donde la luz de
un faro enseña el camino, me dices ya es la hora y me das el beso a medianoche
que me prometes todas las mañanas que te despiertas a mi lado.
Saludos y gracias
que gran placer despertarte cada mañana con la promesa de un beso de buenas noches. Ese beso abre y cierra tu día, parece ser. Da igual que sea un beso real o imaginado.
ResponderEliminarTodas esas cosas que te dijo, su gusto por las ciudades con un pedacito de mar, ese color verde del cielo reflejado en el agua..., realmente me ha conmovido, es precioso.
un saludo.
La verdad que es cierto, sería precioso que alguna vez nos pasara lo que escribimos.
EliminarUn saludo
También me gusta la escenografía que describes, ademas ese despertar!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias:)Sí, me gusta imaginarme el despertar junto alguna promesa que haga que todo merezca la pena
EliminarUn abrazo
Precioso lugar, precioso momento.
ResponderEliminarUn saludo.
Lugares, momentos, pequeños detalles que son los que en cierta manera dan sentido a todo esto.
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