Un gato maúlla en celo,
desesperado, atravesando las aceras desnudo, no le queda nada que hacer, hasta
perdió su instinto de cazador, se escabulle por la puerta trasera de un bar, y
sin que nadie lo note se lleva consigo a un callejón sin salida una botella de
tequila empezada, y allí acaricia sus penas entre trago y trago. Hasta que
escucha unos acordes que hablan sobre un Mariachi que en la Plaza Garibaldi se
enamoró de un amor imposible, y después de dejar un mensaje en la botella
disecada de tequila y rodarla callejón abajo, se acerca ronroneando al joven
guitarrista y le acompaña con los coros, la noche será larga, pero al menos
ahora no estará solo cuando recuerde su historia de desamor y ella huyendo a
Yucatán.
Saludos y gracias
Una historia que, sin duda, recordará.
ResponderEliminarBesos.
Historias de desamor en noches de luna, celo, callejones oscuros, botellas de tequila y mariachis: una combinación estupenda.
ResponderEliminarme gusta.