Dibujaste dos soles y los
hiciste eclosionar, teníamos un punto de partida, necesitábamos perdernos esas
navidades, alejarnos de las tradiciones y conciertos familiares, fue en ese
camino lleno de sombras donde acabamos encontrándonos, pusimos las manos en
alcohol de quemar para descubrir todas las mentiras que arrastrábamos, me llamó
la atención que siembre llevabas algo azul, camisa y corbata de hombre por
fuera de la falda, flequillo y la melena a la altura de los hombros, como te
gustaba dejar caer vodka sobre tu ombligo y que bebiera de ahí como si se
tratara de un chupito, nos colocamos y nos emborrachamos durante toda esa
semana, y aunque ninguno de los dos queríamos bajar de esa cima en la que nos
habíamos instalado, sabíamos que no podíamos apurar más el tiempo, había que
descender e ir a parar a aquello de lo que estábamos huyendo, se me olvidó
preguntarle si cuando nos despedimos a ella también le pareció ver que la luna
se desquebrajaba en dos.
Saludos y gracias
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