Ya sabes cuánto pesan los
agujeros que encontramos por el camino, maldita sea ahora que me toca marchar y
tenía tantas ganas me provocas que me quiera quedar, estará pendiente hacer un
columpio de nieve, un mensaje de menos de cuatro líneas invitándote a bajar
juntos un platillo volante, vino caliente para el frío, mostrarte como soy con
la música que escucho, decirte en los labios que si no te quedas a pasar la
noche será el mismo error que si lo haces, los aviones despegarán y si el mundo
es un lugar perfecto al menos por una vez, tú y yo nos quedaremos pegados y
abrazados al color de mis sabanas.
Saludos y gracias
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