Bach y Margot con un brinco salieron de su círculo perfecto, tú golpeaste la mesa con el puño cerrado, sacando un ladrido hueco y vacio por parte de Libre, como un primer aviso, el boticario y Verónica parecían exhaustos por la pequeña disputa que habían mantenido y estaban cogiendo aíre, y nos recordaban que entre todas esas variedades de botellas medio vacías, medio llenas, acabadas, por empezar, había agua, existía el agua, tal vez la salida del desierto no estaba tan lejos, y por mi parte no dejaba de mezclar lo que nunca se me había ocurrido, y ese primer trago fue como meterme un demonio dentro de las entrañas, no sabía lo que estaba haciendo, así que decidí investigar que no habíamos fumado todavía de entre todo lo que llevaba el boticario, y Libre mostró curiosidad por mis nuevos movimientos estratégicos.
Tú volviste del baño enojada con el mundo, habías decidido coger una camisa mía, y te imaginé por un momento solo con ella y con braguitas, nada más, no se me ocurría mejor radiografía que esa de la belleza que cubría este mundo que ahora mismo tanto te angustiaba, Bach y Margot investigando juntos la llegada de nuevas noticias, habían relevado al boticario y Verónica, no se sentían extraños por tener las manos uno sobre el otro, y Libre insistía por averiguar qué nueva fórmula mágica estaba liando entre mis dedos.
Todo comenzó a ocurrir tan deprisa, como una ola gigante que se ve en el horizonte y se sabe que en poco tiempo va arrasar con todo, el gobierno reconocía que aquello se les había escapado de las manos, los puntos conflictivos germinaban por cada punto cardinal imaginable dentro del territorio del estado, los tanques se preparaban a tomar la calle igual que el estado de sitio las libertades y derechos de los ciudadanos de a pie, incluso aquello se extendía como la pólvora, en otras naciones del continente comenzaban a surgir los primeros puntos de ebullición social, y lo supimos aquello ya no se podría cambiar, el sistema que conocíamos y tanto daño había hecho estaba a punto de descomponerse para siempre, con el temor de si no se conseguía la victoria sería terrible lo que vendría después.
Saludos y gracias
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