Hoy leí una noticia de un
periódico antiguo de no me acuerdo exactamente de cuantos años lunares hacía
atrás estamos hablando, donde salía tu nombre, y alguien que te había clavado
un puñal en el pecho, y ahora que veo gatos negros caminando por encima de mi
techo, maullando hacía abajo, poniendo en una órbita que desconocía a mis
tímpanos, mi sentido auditivo se expande, liberándose así del ruido terrible
que produce esta crisis que nos la recuerdan todos los días en la televisión,
en la panadería, en la lavandería, en la ferretería, en el quiosco, en un
continuo etcétera que es la entrada a un túnel negro que engulle la expansión
en toda su dimensión, por eso quizás después de salir de este túnel negro del
cual te hablaba, de leer aquella noticia, de acariciar el maullido de los gatos
negros que cuidan de mi pequeño refugio como forma de estado interior y
exterior, no me entró vértigo cuando te vi tomar el metro en dirección
contraria a la mía, y ahora es cuando me llega tu voz diciéndome, alguna vez
llegaste a ver mi cuerpo muerto, idiota, y una imagen, tu sonrisa haciendo
florecer una vida.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario