Nos mirábamos intentado
desmenuzar que llevábamos ocultos dentro de nosotros, sin mediar palabras.
Caminas desnuda con un cigarro entre los dedos desde los pies de la cama hasta
la ventana, y vuelves sobre tus pasos, para volver a trazarlos. Yo tumbado en
la cama, tapado medio cuerpo por la sabana, pronto despertará el día, con sus
ruidos de tranvías y coches, quiero que vengas y te sientes aquí, antes de que
decidamos cualquier cosa que nos pueda alejar, o hacer marchar en direcciones
diferentes, recorrer una vez más tu sexo con mis dedos dentro de él, y mis
besos en tus pezones.
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