Su espalda mojada se encuentra
entre el espacio que hay desde la puerta hasta el espejo, enfrente el reflejo
de su piel de pantera desnuda y sus cuatro manos tocándose la barriga preñada
de cadáveres revoluciones y utopías, se seduce a ella misma, aprende a tocarse,
en la habitación de al lado oirán gritos de placer, y cuando alcance el orgasmo
tantrico saldrán orugas por su boca que luego se transformarán en mariposas que
se colarán por el conducto del aire acondicionado hasta salir al exterior. En
el otro lado de la puerta la policía del estado intentando tirarla abajo y
detenerla por supuesta conducta terrorista, en la calle la masa vitoreándola o
mostrando indiferencia.
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