MOMENTOS ATMOSFÉRICOS



Lo maravilloso:

Encender la televisión y encontrarse a un gran oso negro seduciendo a una gran osa negra para momentos más tarde montarla por detrás y luego parar el tiempo retozándose ambos en la manta que cubre el bosque entre caricias de osos.

Lo exasperante:

Recibir una llamada que insiste, no querer levantarse para coger el teléfono que está en otro lugar, pero cuelgan y la insistencia continua, hasta que no queda más remedio que comprobar quien es, cogerlo y aunque no haya nada que decir hay conversaciones que parece que tengan marcado su tiempo de duración antes de empezar, y si tiene que durar cinco minutos, dura cinco minutos aunque tan solo se encuentre el vacio, monosílabos, repeticiones constantes de sí, estoy bien y el día es caluroso, sí, estoy bien y el día es caluroso, sí, estoy bien y el día es caluroso… Y la sonrisa triste del oso de peluche que ha sido abandonado.

La realidad:

Volver al documental, un cartel en un árbol prohibido cazar, un tipo con una gorra de un equipo de la NFL encaramado a una grúa, una escopeta en su mano, un ruido ensordecedor y asesino, un silencio sepulcral en el bosque y después bandadas de pájaros huyendo, una imagen, la misma osa negra de antes abatida y con sangre detrás de la lengua.

La esperanza:

Dos oseznos andando torpes, cayéndose, volviéndose a levantar, indiferentes a los peligros que puedan acecharles, juguetones, con cara de peluche que regalas a la chica que quieres hacer feliz toda una vida y todas las que fuesen posibles, dibujan el bosque a su manera sin conocer todavía lo que es el miedo.

La inquietud:

No muy lejos de allí comienza un fuego, enormes llamas que se expanden… sí, estoy bien, pero hace demasiado calor… y todo comienza a quemarse y el osito de peluche está en la basura y alguien le ha arrancado una pata.

Saludos y gracias

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