MORIRSE EN EL RÍO



No sé, tenía esa mirada como si pocas cosas le diesen miedo, acababa de marcar sus labios con el pintalabios hacía poco, le estaba esperando en casa, lo tenía todo preparado música de fondo, un vestido negro que resaltase su escote y cuando se sentase marcase las líneas suaves de sus muslos, una botella de vino tinto abierta, dos copas esperando a que las llenase, pasaban diez minutos de la hora acordada, y antes de ver fantasmas donde no quería que los hubiese, respiró e inspiró como le habían enseñado en el curso de yoga que iba todos los miércoles por la tarde, se sorprendió con ella misma porque tal vez eso sí le diese miedo, le asustaba la posibilidad de que no viniese, pero todo eso pasó cuando escuchó el ruido de su motor parar delante de la puerta de su casa, tres minutos más tarde estaba sonando su timbre.

Le abrió la puerta ofreciéndole que pasase, y mientras él lentamente observaba su casa, ella llenaba las dos copas de vino, le ofreció sentarse en el sofá y él se negó diciendo que así estaba bien, le ofreció la copa de vino y con la continuación de la misma sonrisa anterior y un gesto de la mano la rechazó, estaba claro que algo no iba como lo había planeado, y lo peor llegó cuando él le dijo que tenían que hablar. Después de que terminase le pidió que se marchase, que sería la mejor idea, él tenía mujer y nunca antes se lo había dicho, que quería reconducir de nuevo su matrimonio, darle una nueva oportunidad y por eso debía acabar con lo que tenía con ella pero que había sido hermoso mientras duró, no sabe si fueron las lagrimas cuando oyó el motor de su coche marcharse para siempre, o esa sensación de pánico y terror que nunca antes había conocido sus entrañas lo que provocó que por un instante quisiese ir al río y dejarse morir allí.

Saludos y gracias

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