Solo quería hablar de la
lluvia, te lo prometo. Despertarse con el pantalón largo del pijama, ponerse
algo encima porque ya hace frío, al menos aquí en el otro lado del mapa mundi,
al este del mismo continente de donde me encontraba hace poco más de
veinticuatro horas, y recordar que la distancia de un punto a otro en el globo terráqueo
era tan solo de unos escasos centímetros, calentar un poco de leche, la justa para la medida de un vaso, un par de cucharadas
de café descafeinado, tener ganas de fumar un cigarrillo y recordar porque lo
dejé para no hacerlo, mirar por la ventana la lluvia mojar el asfalto, ver
transitar paraguas y ninguno de ellos es el rojo que espero cuando sueño
contigo viniendo porque siento que estás a punto de girar la misma esquina que
yo, y creer que nunca será tarde para eso.
Solo quería hablarte de la
lluvia, te lo prometo.
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