CLAUSTROFOBIA EN FUCSIA



Ahogarse en un vaso de agua, el sumario no dejaba dudas, no había cuartada posible. El fin de semana se acababa. Alguien aspiraba el polvo mágico que podrían haber dejado los sueños. Si se te ocurría preguntarme como estaba no había respuesta posible. ¿Has visto el cielo cuando ha dejado de ser cielo? ¿Te has encontrado el desierto dentro de cuatro paredes?. El fucsia me recuerda a unos ojos que se cierran y quieren llorar. Pero no pueden. No pueden... Los fantasmas cuando se van dejan un frío incomodo que recorre todo por el espinazo. ¿No quedamos que te sacaría a cenar y luego a bailar? Todo se derramó y la mancha sigue en la maldita moqueta gris.

No sé cómo decirlo no quiero estar aquí. Quiero que se termine. El fucsia se vuelve niebla por eso no habrá lluvia. Fukushima en mi interior. Las pantallas de plasma y su representación del futuro en HD no ocultan los problemas de espacios vacios, cenas y comidas de tan solo un tenedor, un cuchillo, un plato y un vaso. Los trenes de alta velocidad un día se estrellarán por ir tan deprisa.

Tú te haces un dedo metiéndote tu mano derecha por debajo de la falda y el agua que se encuentra dentro del vaso parece que me recuerda que se acercan pasos de dinosaurio. ¿Esa es tu manera de evaporar el fucsia y decirme que no estás (estarás) aquí? ¿No quieres que sepa lo que sientes?

Hubo un accidente en la calle dónde nos teníamos que encontrar por eso no volvimos juntos. Tú cambiaste mi calendario el orden de las cosas que había imaginado que tenían que suceder y cuando saqué mis manos de los bolsillos me abroché los botones del abrigo negro y levanté la cabeza todo era un laberinto de color fucsia y ha resultado demasiado fácil perderse ahí dentro. Demasiado fácil entrar y demasiado difícil es salir. ¿Por qué quedarse esperando a que me digas que finalmente sí que vienes para que ocurra algo?  

Saludos y gracias

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