Todas las noches que te echo
de menos son las mismas que me emborracho más de la cuenta. Y el autobús rojo
pasa, una y otra vez, y el autobús amarillo pasa, una y otra vez, y el autobús
de color indefinido pasa, una y otra vez buscando el lugar exacto donde te
bajes, vaya a buscarte porque te estuve esperando y saltando el salto
infinitesimal de la distancia, de todos los lugares donde estuvieron tus besos
pero no eran mis labios los que los recibían, descendieses anunciándome como el
susurro de un secreto: que no únicamente esta noche estaré contigo otra vez.
Saludos y gracias
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