Tienes nombre de ciudad que no
se ha inventado. Hay tanto que decir pero la cocción está en ese punto que son
inútiles las palabras. Llora la soledad que se queda esperando en el hueco que
deja un cuerpo que debería estar pero no está para completar un abrazo. Hoy los
besos se los quedan las mariposas que se acabaron muriendo de frío por no
encontrar sitio en el estomago donde deseaban abrigarse y sentir calor. La
paradoja del tiempo sería que cuando regreses suceda entonces que esta vez sea
a ti a quien le dicen adiós. Ese maldito y no tan fugaz recuerdo que tú creaste
haciendo las maletas y marchándote.
Saludos y gracias
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