Deja que se despierte el alba
sin tener ansiedad porque la noche se prolongue más de la cuenta. Recuerda
todas las ciudades que quieras encontrar pueden hallarse perfectamente en las
caricias y en los interrogantes amarillos que dejan los besos, no merece la
pena ser esclavo de lo no recibido y anhelado. Mira las nubes y observarás que
siempre les falta un trozo para construir algo perfecto. La tristeza que se
cubre bajo el paraguas de la nostalgia puede desvanecerse si abres la ventana
de nuevo sin esperar a que te llamen, si dejas de buscar lugares donde marcar
números de teléfonos o mandar mensajes de texto.
Saludos y gracias
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