El puente es una construcción
que inquieta al río. Te quedas parada en el medio. Sin saber que dirección
tomar. Antes habías estado fumando cigarros y tomando gin tonics en un garito
con poca iluminación. Reflexionando. ¿A qué conclusiones has llegado? Mientras
anuncian que el ministro del interior ha decidido poner bombas en un autobús
para asegurarse las próximas elecciones. Crees en lo que tienes planeado en tu
mente. Has aprendido a que no te importe lo que opinen los demás sobre tus
decisiones. Pero no puedes evitar a ratos que se te meta por dentro el
aullido del pánico y por eso sales corriendo y te quedas en mitad del puente
ladrando a la luna y a todo el cosmos para que no se olvide de que existes. No
sabes cuanto te entiendo. ¿Te han dicho las suficientes veces lo bien que te
quedan los vestidos y como asoma por ellos la sensualidad de tus piernas? O lo
habrán olvidado, como a veces se olvida cuantas vidas nacerán hoy y cuantas
otras vidas asesinarán por estúpidos pactos por conservar el poder.
Saludos y gracias
A veces nos quedamos a mitad del puente, preferimos lo fácil casi siempre, sin saber que justo ahí al final de ese puente pueden depararnos cosas maravillosas, o quizás no.. pero la vida es eso, caer y levantarse
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