Un poema que habla de la
revolución y ya. Una ciudad que extraña la huída del poder represor.
Encontrarse en pisos francos y abrazar la ideología que hay detrás del alcohol
clandestino, el humo de cigarros, acordes de guitarra, y un saxofón atrayendo
al alfeizar exterior de la ventana a los gatos que habitan en los tejados.
Cuerpos que se quitan sus ropas y se acaban acurrucando, tocando, seduciendo unos
a otros para llevar la contraria al frío. Aprender a amar como estadio primario
por encima de todo lo demás para descubrir algún día lo necesario para poder
cambiar el mundo.
Saludos y gracias
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