Sonajeros de papel para entrar
en un plácido sueño forrado de papeles de colores orquestado por besos de
despedida y tráfico de trenes cargados de recuerdos que dicen lo difícil que es
olvidar y lo fácil que es que uno sea olvidado como las calles que recorrimos
una vez cogidos de la mano y ahora son niebla siempre estará ahí como un paso
que si se da es un descenso al suicidio que se encuentra en la última imagen que
dejaste de tu escote y tus piernas desnudas cubriendo tu dulce cintura (con
sabor a una dulce migración) por una pequeña toalla porque acababas de salir de
la ducha y después del paseo por el agua caliente recorriendo tu cuerpo
decidiste renunciar a todo aquello que nos unió y nos podía volver a conjugar
eligiendo el tiempo verbal que más nos conviniese.
¿Cómo pudiste hacer que no
volviese a existir nunca más para ti?
Saludos y gracias
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