Siempre quise tener una
ventana en el cuarto que diera a una escalera de incendios, salir por ella y
sentarme en sus escalones y tomarme ahí el té con el cual comenzar el día
acompañado de un cigarro, mirar hacia abajo como un gato curioso, de vez en
cuando devolver la vista a la habitación y observar como seguirías arrugada
contra las sabanas.
Si miro a un espejo veo
fantasmas pasar... Algunas veces llevan sombrero de copa y bastón otras
simplemente van desnudos...
Mójate conmigo cuando me
ahogue en el mar, ¿No fue esa la frase que encontramos en el fondo de un cuenco
cubierto de cereales flotando en la leche ? ¡A qué esperas ! da igual que sea
verano o invierno...
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario