Ese camino lento que hay desde
tu nuca hasta donde termina tu espalda, recorrerlo con dedos de hormiga y pasos
de tortuga. El ruido del hervidor avisa que pronto estará listo. Desde la
ventana se observa en la calle una manada de lobos hambrientos, y un flautista
dirigiéndoles a sus puestos de trabajo, la misma triste historia que se repite
una y otra vez. Tu silencio dentro de una caja de cerillas, ese es el lugar, no
hay otro.
Saludos y gracias
Hmmmm...
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