Dos adolescentes con dudas se
acuestan y follan sin besarse. Solo por curiosidad instintiva que les lleva a
ello o quizás por otro motivo que desconocen. Después cuando acaban no saben
que decirse. Como si fuesen parte de unas viñetas de comic de fondo blanco sin
contenido de palabras. Se hace un largo silencio, se visten y cada uno se queda
en un rincón diferente de la habitación sin atreverse a levantar la mirada de
la pantalla de sus teléfonos móviles, hasta que él rompe la tensión ambiental:
- Tengo miedo.
- ¿De qué?
- No lo sé...
Saludos y gracias
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