Debajo del mar todos somos
iguales, nos falta aire. Tu cuerpo es una orquídea, una pieza importante de ese
sueño que se transforma en desvelo, ansiedad, imprudencia, delito,
incertidumbre.
Te acaricio con la mirada el
contorno de tus pechos desnudos y a veces es el único camino que encuentro para
que desaparezca la soledad, es justo en ese momento cuando quiero decir algo o
preguntarte cuál es tu sueño, te esfumas....
Y todo se convierte en gusanos
antes de que asomen las alas. Siempre tratando de alcanzarlas, como si las
respuestas se encontrasen detrás de un telescopio, y el nudo de marinero en el
estomago presintiendo que tú sabes eso que quiero oír y lo escondes, algo así
parecido a que últimamente el saxofonista dejó de tocar porque tiene la
necesidad de ahogar sus penas en un vaso, aunque tal vez, solo tal vez estemos
equivocados.
Una mano que apoya un cigarro
en un cenicero que se encuentra en un alfeizar, unos ojos que miran por esa
misma ventana sin saber, unas palabras: ¿Qué tal estás?. No es suficiente con
una respuesta.
Saludos y gracias.
Feliz año 2o17...
ResponderEliminarUn beso.
Igualmente, feliz año 2017. Un beso
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