Hay miradas donde se reconoce
la arquitectura de la chimenea gris donde una vez habitaste, toda una pena.
Ambas cosas. Y que a veces nos dejamos confundir, con escaparates que solo
buscan eso, es un efecto artificial, un eco que llama al miedo, lo opuesto a la
belleza de una manada de bisontes corriendo libremente por una pradera, antes
de que prácticamente los exterminasen. Con la cruel excusa publicitaria de "Mejoraremos
con el tiempo su futura calidad de vida..."
Tan fácil como llegar hasta
ahí estirando simplemente del lazo que ata tu vestido a tu piel, aunque quizás,
solo tal vez, si se lo viese hacer a otro me entrase un arrebato de celos, creo
que ya te hablé de esa espada de Damocles que son los impulsos dando palos de
ciego. La nuca, los hombros, te besaría la nuca y los hombros para que no
hubiese la posibilidad de dejarme caer por el puente, es así de sencillo si te
lo preguntas. Borracho de esos días en los que encuentre en tus manos las ganas
de desnudarme.
Saludos y gracias
La verdad es que escribes muy requetebien...
ResponderEliminarY...leyéndote...sí, dan ganas de muchas cosas...
Un beso...
Muchas gracias por tus palabras, se agradecen.
EliminarUn beso