LA CHIMENEA GRIS



Hay miradas donde se reconoce la arquitectura de la chimenea gris donde una vez habitaste, toda una pena. Ambas cosas. Y que a veces nos dejamos confundir, con escaparates que solo buscan eso, es un efecto artificial, un eco que llama al miedo, lo opuesto a la belleza de una manada de bisontes corriendo libremente por una pradera, antes de que prácticamente los exterminasen. Con la cruel excusa publicitaria de "Mejoraremos con el tiempo su futura calidad de vida..."

Tan fácil como llegar hasta ahí estirando simplemente del lazo que ata tu vestido a tu piel, aunque quizás, solo tal vez, si se lo viese hacer a otro me entrase un arrebato de celos, creo que ya te hablé de esa espada de Damocles que son los impulsos dando palos de ciego. La nuca, los hombros, te besaría la nuca y los hombros para que no hubiese la posibilidad de dejarme caer por el puente, es así de sencillo si te lo preguntas. Borracho de esos días en los que encuentre en tus manos las ganas de desnudarme.

Saludos y gracias

2 comentarios:

  1. La verdad es que escribes muy requetebien...
    Y...leyéndote...sí, dan ganas de muchas cosas...

    Un beso...

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