VOLVER A EMPEZAR


Como empezábamos con el huevo o con la gallina, ¿te acuerdas?. Con las persianas bajadas, todo a oscuras, únicamente el ruido del ventilador, el tacto suave de la sabana por encima del cuerpo sin taparlo del todo porque esta vez no hay cadáver, eran más evidentes las respuestas, dejarse caer al río sin miedo y que la corriente te arrastre a lo exuberante, a lo enigmático, a la profanación de los prejuicios, a una tierra que no fue saqueada, maltratada, violada, esquilmada, allí donde han sido destituidos el interés, la codicia, y del individualismo (como modo de todo y a la vez de nada) ha sido arrancado su ADN depredador. En definitiva, la estructura molecular cuando unos labios X y unos labios Y (ahí tienes tu ecuación) se buscan, se ven, se intuyen, se encuentran, se adjetivan, se sustantivan, se verbalizan, se desean.

¿Estamos apagados o nos han vuelto a reiniciar? ¿Cuales son realmente nuestros recuerdos? ¿Y qué significado tiene los que creemos tener?

Creo que me hablabas de únicamente 4 minutos, el huevo únicamente cuatro minutos, doscientos cuarenta segundos, exactitud, paciencia y saber esperar el momento. Luego una vez esté listo, servirlo en el recipiente adecuado y observar tu leve toque que hace que muy sutilmente se vaya desprendiendo la cascara y después la gallina o la gallina ya estaba antes correteando por la cocina, por el dormitorio, por el salón. Sería tan fácil que el punto de partida fuese de nuevo el día que me dijiste por primera vez: Siempre me haces reír. Sin que hubiese ni antes ni los después que vinieron, volver a empezar ahí donde las cuadraturas de nuestras miradas eran el origen de lo que da sentido a las cosas, y no tener la necesidad de apagarnos o reiniciarnos de nuevo.        

Saludos y gracias   

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