SI LE PREGUNTASES A ALGUIEN


Si le preguntases a alguien que quiere de la vida seguramente la mayoría diría volver a tener lo que tenía hace unos días atrás. Funcionamos así, es perder lo que era nuestro, lo que nos pertenecía, lo que fuimos para empezar a echarlo de menos. Claro, que el escenario actual agudiza esas emociones de querer recuperar el pasado a toda costa y transformarlo en presente. Que este presente y el pasado de los últimos treinta días que se ligan de manera tan fúnebre y funesta, nunca hubiera existido, se quedase en un mal sueño. Programar a la mente de tal manera que anulase esta realidad, como si nunca hubiese sucedido nada de lo que ha acontecido, y el triste contador de muertes, enfermos, de las últimas semanas se resetease y volviese a cero. Devolverle al pasado de antes de que surgiese todo este infierno el presente lógico (o mejor dicho que ahora todos desearíamos) que le hubiese pertenecido.

                Cadmio salta con entusiasmo, no tiene miedo a la caída, se siente tan seguro, que cuando impulsa a su cuerpo para realizar el salto sabe que el resultado final sea el que sea va a ser satisfactorio. Es un salto de longitud, el propósito es alcanzar la pelota que se encuentra sellada en la arena antes de que lo hagan Libre o Dugo, y aunque Cadmio hizo trampas, comenzó la carrera con holgada ventaja respecto a los dos animales, estos enardecidos por el juego y por el hecho de poder correr ya le han dado alcance, como Cadmio ve peligrar su objetivo de llegar a la pelota antes que ellos, decide propulsarse hacia adelante como si no hubiese un mañana, consiguiendo de esa manera agarrar la pelota y celebrándolo tan efusivamente que cuando llegan a su altura Libre y Dugo irradiados por tal felicidad comienzan a festejarlo junto a Cadmio. El tiempo, que ha dejado de ser esa constante vertiginosa que nos dirigía a todos, nos mandaba, nos exigía y nos ordenaba. El tiempo, que se ha transformado y ha abdicado de su autoridad,  poco a poco se va ralentizando, alargando las emociones en las que se sienten como peces en el agua hasta que las recoge el mar que tienen por delante y las mece por sus infinitas dimensiones.

                Cadmio junto a los dos perros se acercan hasta donde está Katida, tumbada en una toalla boca arriba y leyendo la novela "El hombre que amaba a los perros" de Leonardo Padura. Cuando los siente llegar deja el libro, se sienta en la toalla y acaricia a los dos perros que lo agradecen moviendo el rabo, Cadmio se tumba en una toalla que se encuentra junto a la suya y se dan un beso, Cadmio no puede dejar de pensar lo afortunado que se siente a su lado. La suerte que tienen de vivir todo lo que están viviendo. Parece mentira que sucediese todo lo que ha sucedido. Sonríe al pensar en ello.

                Ya nada tiene que ver con lo que conocían, todo es totalmente diferente, distinto, la gente ya no va con prisas por las aceras, agobiada, sin rumbo. Ahora andas por las ciudades y ya no se escucha prácticamente ruido de motores, más allá de los servicios públicos de transporte. Ahora se va andando a los lugares o en bicicleta, han desaparecido las ansias de condenarlo todo a un consumismo atroz. La música, el ruido de pájaros, decoran las plazas, las calles, se ha autorizado y promovido la alegría, la tranquilidad, la paz como modo de ser y como modo de estado anímico, no se exagera cuando se dice que tal afirmación se puede expandir a cualquier rincón del mundo. Es hermoso. Sin enfermedades letales, minimizados los riesgos de salud debido a las medidas que han prevalecido en pro de la investigación sanitaria y el derrumbamiento de los imperios farmacéuticos. Las formas de gobierno han dejado de ser tan agresivas, groseras, catapultaron y suicidaron sus ortodoxias imperialistas, capitalistas, dictatoriales, y se ha impuesto patrones basados en medidas más sociales, más equitativas, deshaciendo poco a poco las grandes desigualdades, cubriendo las necesidades básicas primarias, de vivienda, creando una calidad de vida digna, una democracia participativa; sana, efervescente y emocionada por continuar por el rumbo que se ha tomado, sin más pretensión que el seguir dejando que las circunstancias, el cambio siga fluyendo. Aunque parezca mentira todo ello sin ningún tipo de fisuras, sin ningún agujero o grieta donde pueda meter mano la corrupción.

                 - ¿Sabes? Ya se ha conseguido que ahí donde faltaba también se haya aprobado la renta básica universal. Así que oficialmente está instaurada en todos los lugares del mundo, habrá que salir a celebrarlo, ¿no?- Le dice Katida a Cadmio sin prácticamente poder contener la emoción que le produce esa noticia tan buena.

                Cadmio sonríe y asiente a la vez, y le pregunta: - ¿Katida, tú crees que si le hubiésemos preguntado hace unos meses a alguien como pensaba que sería el futuro hubiese respondido esto que estamos viviendo?           

Saludos y gracias

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